domingo, 24 de junio de 2012

Prisionero 119.104 de Auschwitz

[CENTER][RIGHT][CENTER]Os dejo un articulo muy bueno que he encontrado, que lo disfruteis ! [/CENTER] [/RIGHT] [SIZE=4][B]Prisionero 119.104 de Auschwitz El hombre que encontro sentido[/B][/SIZE] [IMG]http://www.salva-mendez.com/wp-content/uploads/2011/03/00046.jpg[/IMG] [LEFT]Hace un par de dias vi la pelicula [I]El nino del pijama a rayas[/I] (ya habia leido el libro un par de anos atras) y no pude evitar recordar la historia de [B]Viktor[/B] [B]Frankl[/B]. Fue uno de los mas eminentes psicologos y neurologos del planeta; ya a los 16 anos se carteaba con [B]Freud[/B] y a los 20 expuso su teoria de la Logopedia en el Congreso de Psicologia de Dusseldorf; fue jefe del Departamento de Neurologia del Hospital Rothschild a los 32 anos y del Hospital Policlinico a los 38; doctor en Filosofia y profesor invitado en las mas prestigiosas universidades europeas y americanas; publico multitud de libros y articulos, fue alpinista, piloto, caricaturista y un enamorado de las corbatas. Vivio 92 anos absolutamente plenos. Pero donde encontro sentido a su existencia, y a la del ser humano, fue en el lugar donde menos imagino: los campos de exterminio nazis. Auschwitz. La noche de Navidad de 1944. A 30 grados bajo cero, sin calefaccion, descalzos, en la oscura antesala de la muerte, un punado de despojos humanos se apina en un extremo del barracon para escuchar las palabras del prisionero numero 119.104. "Pensadlo: estamos ante el desafio de sobrevivir. Podemos hacer una de estas dos cosas: convertir esta experiencia en una victoria o limitarnos a vegetar, dejando de ser personas. Incluso aqui debemos subsistir al cobijo de la esperanza en el futuro; no importa que no esperemos nada de la vida, lo que verdaderamente importa es lo que la vida espera de nosotros. No hay que avergonzarse de nuestras lagrimas, porque demuestran nuestro valor para encararnos con el sufrimiento. Si conoces el porque de tu existencia, entonces seras capaz de soportar cualquier sufrimiento". Y aun anadio: "La desesperanza puede ser explicada en terminos de una ecuacion matematica: D = S - P, Sufrimiento sin Proposito. En el momento en que ves un sentido en tu sufrimiento, puedes moldearlo en un logro; puedes convertir la tragedia en un triunfo personal, pero debes saber para que. Si las personas no pueden encontrar ningun sentido en absoluto a sus vidas, tal ven tengan algo con lo que vivir, pero no tendran nada por lo que vivir". El prisionero numero 119.104 se llamaba y despues de padecer el tormento de Auschwitz -donde su madre murio en la camara de gas- sufrio el de los campos de Kaufering III y de Turkheim -donde fue separado de su esposa, que murio en el de Bergen-Belsen. Y antes sobrevivio a Theresienstadt -donde murio su padre, enfermo de inanicion-, campo de exterminio al que fue deportado en septiembre de 1942, cuando era un eminente psiquiatra de 37 anos y director del Departamento de Neurologia del Hospital Rothschild, unico hospital de Viena en el que eran admitidos judios. El joven [B]Viktor[/B] ya habia aprendido a sobrevivir al hambre y la pobreza durante la I Guerra Mundial, cuando apenas contaba 9 anos. Y durante sus estudios de bachillerato aprendio a interesarse por la realidad del ser humano y a cuestionar la verdad cientifico-organicista que proclamaba su profesor: "la vida humana no es otra cosa que un proceso de combustion y de oxidacion". "Si es asi �lo interpelo [B]Viktor[/B], puesto en pie- ?cual es el sentido de la vida humana?" Anos despues, ya como uno de los psiquiatras mas prestigiosos de su pais, [B]Frankl[/B] daria respuesta a este interrogante a traves de su Logoterapia (tercera escuela de Viena, contrapuesta al Psicoanalisis de [B]Freud[/B] y a la Psicologia Individual de [B]Adler[/B]), segun la cual el ser humano halla el sentido de su existencia a traves del amor a otros, a traves de sus actos de creacion y a traves de virtudes como la compasion, la valentia o el sentido del humor; o el sufrimiento. Al final, estas tres vias nos llevan a un sentido ultimo en la vida, que no depende de otros, ni de nuestros proyectos ni de nuestra dignidad, sino de Dios, el sentido espiritual de la vida. Esta teoria fue el resultado de sus reflexiones y experiencias, propias y ajenas, durante sus anos vividos �sobrevividos- bajo el terror nazi. Tras la liberacion del campo de Turkheim, el 27 de abril de 1945, [B]Frankl[/B] comenzo a buscar un sentido a su propia supervivencia, "el para que habre quedado vivo"; y por que unos sobrevivieron y otros no. A finales de ese ano, a lo largo de nueve dias, fue dictando "entre lagrimas" a tres secretarias del Hospital Policlinico de Viena (donde era jefe del Departamento de Neurologia) el testimonio de sus experiencias en los campos de concentracion, tomando como referencia docenas de papelitos que habia ido rellenando en su cautiverio. "Aquellos que tienen un por que para vivir, pese a la adversidad, resistiran", nos dice [B]Frankl[/B]. En los campos pudo percibir como las personas que tenian esperanzas de reunirse con seres queridos o que profesaban una gran fe, tenian mejores oportunidades que los que habian perdido to da esperanza. La eleccion dependia de cada uno, pues el ser humano es libre y cada persona elige "si dejarse determinar por las circunstancias o enfrentarse a ellas". Al final, concluye: "Despues de todo, el hombre es ese ser que ha inventado las camaras de gas de Auschwitz, pero tambien el que ha entrado en esas camaras con la cabeza erguida y el Padre Nuestro o el Shema Yisrael en sus labios". El libro se publico en 1946 bajo el titulo de [I]El hombre en busca de sentido[/I], destinado a todas las personas que habian sufrido las consecuencias de la guerra, y que a lo largo de 60 anos ha dado tambien esperanza a millones de personas con millones de sufrimientos diferentes. En estos tiempos de vacio y desesperanza sera un buen momento para repasar la leccion de [B]Viktor Frankl[/B] y aplicar su ecuacion a la inversa: Esperanza = Sufrimiento con Proposito. Si el encontro sentido al sufrimiento extremo, que no podremos conseguir nosotros con nuestras pequenas o grandes tragedias. [RIGHT]Articulo de Pepe Alvarez de las Asturias [/RIGHT] [URL]http://www.elsemanaldigital.com/blog.asp?idarticulo=122374&cod_aut=[/URL] [/LEFT] [/CENTER]

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