martes, 17 de abril de 2012

Cuentos budistas

[COLOR="navy"]Estas son unas historias bastante interesantes, que dejan algunas ensenanzas muy copadas, y pense en compartirlas con ustedes =) [/COLOR] [COLOR="navy"]El Bote: [/COLOR] Un hombre estaba remando en su bote corriente arriba durante una manana muy brumosa. De repente vio que otro bote venia corriente abajo, sin intentar evitarle. Avanzaba directamente hacia el, que gritaba: - Cuidado! Cuidado! Pero el bote le dio de pleno y casi le hizo naufragar. El hombre estaba muy enfadado y empezo a gritar a la otra persona para que se enterara de lo que pensaba de ella. Pero cuando observo el bote mas de cerca, se dio cuenta que estaba vacio. [COLOR="navy"]El Hombre Santo: [/COLOR] La voz se propago a traves de la campina, sobre el sabio hombre santo que vivia en una casa pequena encima de la montana. Un hombre de la aldea decidio hacer el largo y dificil viaje para visitarlo. Cuando llego a la casa, vio a un viejo criado al interior, que lo saludo en la puerta. - Quisiera ver al sabio hombre santo � le dijo al criado. - El sirviente sonrio y lo condujo adentro. Mientras caminaban a traves de la casa, el hombre de la aldea miro con impaciencia por todos lados en la casa, anticipando su encuentro con el hombre santo. Antes de saberlo, habia sido conducido a la puerta trasera y escoltado afuera. [COLOR="navy"]Se detuvo y giro hacia el criado: [/COLOR] - !Pero quiero ver al hombre santo! - Usted ya lo ha visto � dijo el viejo. - A todos a los que usted pueda conocer en la vida, aunque parezcan simples e insignificantes� vealos a cada uno como un sabio hombre santo. Si hace esto, entonces cualquier problema que usted haya traido hoy aqui, estara resuelto. [COLOR="navy"]El Fantasma Sabio: [/COLOR] Una mujer joven habia caido muy enferma y estaba a punto de morir. - Te quiero tanto, � le dijo a su marido - No querria tener que dejarte. - Pero si asi ocurriera, no cambies nunca mi recuerdo por la compania de otra mujer. - Si lo haces, volvere en la forma de un fantasma. - Sere para ti la causa de problemas sin fin. Poco despues la mujer fallecia. El marido respeto su ultimo deseo durante los tres primeros meses, pero entonces conocio a una joven y se enamoro de ella. Pronto estaban prometidos en matrimonio. La misma noche del compromiso, un fantasma se le aparecio al hombre, acusandolo de no haber cumplido su promesa. Volvio la noche siguiente, y la otra. Parecia saberlo todo. Le contaba exactamente lo que habia sucedido durante el dia entre el y su nuevo amor. Siempre que hacia un regalo a su prometida, el fantasma se lo describia hasta el ultimo detalle. Podia repetir incluso conversaciones enteras, y eso causaba tal molestia al novio que no podia dormir. Alquien le aconsejo que fuese a contar su problema a un maestro zen que vivia cerca del pueblo, y al fin, deseperado, el pobre hombre recurrio a el en busca de ayuda. El maestro comento: - Tu anterior esposa se transformo en fantasma y se entera de todo cuanto haces. Cualquier cosa que hagas o digas, cualquier regalo que obsequies a tu prometida, ella lo sabe. Ha de ser un fantasma muy inteligente. Deberias sentirte orgulloso. La proxima vez que aparezca, haz un pacto con ella. Dile que, puesto que sabe tanto, no podras ocultarle nada, y que si contesta a una pregunta, una sola, prometes romper tu compromiso y permanecer soltero el resto de tu vida. El hombre pregunto: - ?Cual es la pregunta que debo formular? El maestro respondio: - Coge un buen punado de semillas de soja y preguntale cuantos granos tienes exactamente en la mano. Si no puede contestar, sabras que el fantasma era solo un producto de tu imaginacion, y no volvera a molestarte. La noche siguiente, cuando llego el fantasma, el hombre lo adulo y le dijo que era un fantasma muy sabio, ya que lo sabia todo. - Efectivamente, � le replico el fantasma. - Como se tambien que fuiste a ver a ese maestro zen esta tarde. El hombre sugirio: - Ya que tanto sabes ?dime cuantos granos tengo en esta mano? No habia alli ya ningun fantasma que pudiese responder a la pregunta. [COLOR="navy"]Quien no trabaja, no come. [/COLOR] Hyakujo solia trabajar la tierra con sus discipulos aun a la edad de ochenta anos. Diariamente arreglaba los jardines, limpiaba el terreno y podaba los arboles. Los pupilos se lamentaban de que su anciano maestro trabajase tan duramente, pero, sabiendo que no se dejaria convencer por ellos, convinieron en que lo mejor seria esconder sus herramientas en algun sitio donde no pudiera encontrarlas. El dia que llevaron a cabo su plan, Hyakujo no probo bocado. Lo mismo hizo al dia siguiente, y al otro. Los monjes pensaron: - Debe estar enfadado porque hemos escondido sus herramientas. - Tal vez seria mejor que se las devolvieramos. Asi lo hicieron. Al dia siguiente, el maestro trabajo y comio como solia hacer antes. Por la tarde dijo a sus discipulos: - Quien no trabaja, no come. Si amas.. ama abiertamente (Uno de mis preferidos, aproposito) Veinte monjes y una monja, de nombre Eshun, practicaban la meditacion con cierto maestro Zen. Eshun era muy bella, aun a pesar de llevar la cabeza afeitada y vestir las burdas ropas del monacato. Varios monjes estaban en secreto enamorados de ella. Uno de ellos le escribio un dia una carta en la que la declaraba su amor, insistiendo en que concertase con el una entrevista en privado. Eshun no contesto. Al dia siguiente, el maestro daba una conferencia al grupo. Al acabar la disertacion, Eshun se levanto y, senalando con el dedo al autor de la misiva, dijo: - Si en verdad me amas tanto, ven aqui y abrazame ahora. [COLOR="navy"]Aprender A Callarse: [/COLOR] Los estudiantes de la escuela Tendai solian practicar la meditacion mucho antes de que el Zen llegase al Japon. Cuatro de estos estudiantes, amigos intimos, se prometieron el uno al otro en cierta ocasion observar siete dias de absoluto silencio. Durante el primer dia, todos permanecieron callados. Su meditacion habia empezado con buen pie. Pero al caer la noche, como fuera que la luz de las lamparas de aceite habia empezado a palidecer, uno de los estudiantes no pudo evitar decir a un sirviente: - Recarga esas lamparas. Un segundo estudiante se quedo estupefacto al oir hablar el primero. - Se suponia que no ibamos a decir una palabra � observo. Entonces, el tercero dijo: - Sois los dos unos estupidos. - ?Por que habeis hablado? Y el cuarto estudiante concluyo: - Yo soy el unico que no digo nada. [COLOR="navy"]Obediencia: [/COLOR] A las charlas del maestro Bankei asistian no solo estudiantes de Zen, sino personas de toda condicion y creencia. Bankei no recurria jamas a citas de los sutras, ni se enzarzaba en discusiones escolasticas. Sus palabras le salian directamente del corazon e iban dirigidas a las corazones de sus oyentes. Sus largas audiencias acabaron irritando a un sacerdote de la escuela Nichiren, cuyos adeptos o habian abandonado para ir a oir hablar del Zen. Cierto dia, este egocentrico sacerdote se encamino hacia el templo donde disertaba Bankei, con el proposito decidido de entablar con el un duro debate. - Eh tu, maestro Zen, � grito - Atiende a esto. - Quienquiera que te respete te obedecera en cuanto digas � - .. pero un hombre como yo no profesa respeto alguno. - ?Como puedes hacer que te obedezca? Bankei dijo: - Acercate a mi lado y te demostrare. Orgullosamente, el sacerdote avanzo entre la multitud hasta llegar al lugar ocupado por el maestro. Este sonreia: - Colocate a mi izquierda. El sacerdote obedecio. - No espera � se retracto Bankei. - Hablaremos mejor si estas a mi derecha. - Ponte aqui. El sacerdote se dirigio altivamente hacia la derecha. - ?Lo ves? � observo entonces Bankei. - Estas obedeciendome. - Y la verdad es que pienso que eres una persona muy docil. - Ahora sientate y escucha. [COLOR="navy"]Leccion de humildad: [/COLOR] El senor Naoshige declaro un dia a Shimomura Shoun, uno de sus mas viejos samurais: - La fuerza y el vigor del joven Katsuchige son admirables para su edad. - Cuando lucha con sus companeros vence incluso a los mayores que el. Pero el enciano Shoun dijo: � A pesar de que ya no soy joven estoy dispuesto a apostar que no conseguira vencerme. Para Naoshige fue un placer organizar el encuentro que tuvo lugar esa misma noche en el patio del castillo, en medio de un gran numero de samurais. Estos estaban impacientes por ver lo que le iba a suceder al viejo farsante de Shoun. Desde el comienzo del encuentro, el joven y poderoso Katsushige se precipito sobre su fragil adversario agarrandolo firmemente, decidido a hacerlo picadillo. Shoun estuvo a punto de caer varias veces al suelo y de rodar en el polvo. Sin embargo, ante la sorpresa general, cada vez se restablecio en el ultimo momento. El joven, exasperado, intento dejarle caer de nuevo poniendo toda su fuerza en el empeno, pero esta vez, Shoun aprovecho habilmente su movimiento y fue el quien desequilibro a Katsushige arrojandolo al suelo. Despues de ayudar a su adversario semi-inconsciente a levantarse, se acerco al senor Naoshige y le dijo: - Sentirse orgulloso de su fuerza cuando aun no se domina la fogosidad es como vanagloriarse publicamente de sus defectos. [COLOR="Navy"] Bueno, espero que les hayan gustado! A mi me encanto compartirlas contigo. Salu2 [/COLOR] FUENTE: [url]http://www.contacuentos.com[/url]

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