martes, 8 de marzo de 2011

La astrologia como pseudociencia

Este articulo lo he tomado de esta pagina de internet: [url]http://www.e-torredebabel.com/Biblioteca/Voltaire/astrologia-Diccionario-Filosofico.htm[/url] La astrologia esta apoyada en mejores cimientos que la magia, porque si nadie ha visto nunca duendes, larvas, divas, peris ni demonios, en cambio se ha visto muchas veces realizarse las predicciones de los astrologos. Cuando dos astrologos consultados tienen que decir sobre la vida de un nino o sobre la temperatura, y uno de ellos dice que llegara a hombre y el otro que no llegara; cuando uno de ellos anuncia la lluvia y el otro el buen tiempo, es indudable que uno de los dos es profeta. La desgracia que han tenido los astrologos consiste en que el cielo ha cambiado despues que se establecieron las reglas de la astrologia. El sol, que en el equinoccio estaba en el signo del Cordero en la epoca de los argonautas, se encuentra actualmente en el signo del Toro; y los astrologos, por desgracia de su arte, atribuyen hoy a una morada del sol lo que visiblemente pertenece a otra. Sin embargo, esto no es una razon demostrativa contra la astrologia; demuestra que los maestros del arte se equivocan, pero no demuestra que el arte no pueda existir. No es un absurdo decir: �El nino que nacio en el creciente de la luna, durante una estacion tempestuosa, al salir tal o cual estrella nacera con constitucion endeble y su vida raquitica sera corta�, porque esto es lo que verdaderamente sucede a los temperamentos muy delicados. Tampoco es un absurdo decir lo contrario, esto es, que el nino que nazca cuando la luna este en su lleno, o el sol en toda su fuerza y en tiempo sereno, nazca con constitucion fuerte y goce vida larga y feliz. Si estas observaciones se hubiesen repetido muchisimas veces y se hubieran encontrado exactas, la experiencia, al cabo de algunos millares de siglos, hubiera podido formar un arte del que no cabria dudar. Hubieramos creido, con grandes probabilidades de acierto, que los hombres eran como los arboles y como las legumbres, que se deben plantar y sembrar en ciertas estaciones. Hubiera sido inutil contradecir a los astrologos diciendoles: �Mi hijo nacio en excelente temperam ento, y sin embargo, ha muerto en la cuna.� El astrologo hubiera contestado: �Muchas veces sucede que se mueren arboles plantados en la estacion oportuna; respondo de los astros, pero no puedo responder del vicio de conformacion que podais haber transmitido a vuestro hijo; la astrologia solo obra cuando no hay causa que se oponga al bien que los astros pueden proporcionar.� Tampoco se puede desacreditar la astrologia diciendo: �De dos ninos que nacieron en el mismo minuto, uno fue rey y el otro fue solo fabriquero de su parroquia�, porque pudieran contestar probando que uno de los dos hizo su suerte siendo fabriquero, y el otro tambien, llegando a ser rey. Y si se objetara que el bandido que Sixto V mando ahorcar nacio al mismo tiempo que Sixto V, que desde pastor de cerdos llego a ser Papa, los astrologos replicarian que los dos ninos habian nacido con la diferencia de algunos segundos, porque es imposible, segun las reglas de la astrologia, que la misma estrella conceda la tiara y la horca. Como una multitud de experiencias han desmentido las predicciones, al fin han comprendido los hombres que ese arte es ilusorio; pero antes de desenganarse fueron credulos muchisimo tiempo. Uno de los mas famosos matematicos de Europa, Stoffler, que florecio a ultimos del siglo XV y a principios del XVI, y trabajo muchos anos en la reforma del calendario propuesta en el Concilio de Constanza, predijo que sobrevendria un diluvio universal el ano 1523. Este diluvio debia llegar en el mes de febrero, calculo probable, porque Saturno, Jupiter y Marte se encuentran entonces en conjuncion en el signo de los Peces. Quedaron consternados todos los pueblos de Europa, Asia y Africa que se enteraron de esa prediccion, esperando el diluvio, a pesar de ver el arco iris. Algunos autores contemporaneos refieren que los habitantes de las provincias maritimas de Alemania se apresuraron a vender las tierras que poseian, baratisimas, a los que tenian mas dinero que ellos y menos credulidad. Cada uno de los habitantes de esas provincias compro un buque para que le sirviera de arca. Un doctor de Tolosa, que se llamaba Auriol, mando construir una gran arca p ara el, su familia y sus amigos, y se tomaron las mismas precauciones en gran parte de Italia. Pero llego el mes de febrero y no cayo una sola gota de agua. Nunca se vio un mes tan seco, y los astrologos quedaron en ridiculo. A pesar de esto, no se desanimaron, y el publico siguio teniendo fe en ellos. Casi todos los principes siguieron consultandolos. No tengo yo el honor de ser principe, y a pesar de esto, el celebre conde de Boulainvilliers y el italiano Colonna, que gozaba de gran fama en Paris, me predijeron que moriria infaliblemente a la edad de treinta y dos anos. Pero yo he tenido la malicia de enganarles hasta ahora durante mas de treinta anos, y les pido humildemente que me perdonen (1). Menos debe sorprendernos todavia que a tantos hombres superiores al vulgo, tantos principes, tantos papas, que no se hubieran dejado enganar si se tratara de sus propios intereses, los haya seducido tan ridiculamente la impertinencia de la astrologia. Eran muy orgullosos, pero muy ignorantes. Las estrellas solo a ellos predecian el destino; el resto del universo era una canalla sobre la que las estrellas no se dignaban influir. Se parecian a cierto principe, que temblaba al ver un cometa, y decia gravemente a los que no le temian: �Comprendo que esteis tranquilos y que no le temais; no sois principes.� El famoso duque Walstein fue uno de los hombres mas infatuados con esta mania. Como era principe, dio en creer que el Zodiaco se formo para el expresamente. No sitiaba ciudad ni empenaba una batalla antes de haber celebrado Consejo con el cielo; pero como el grande hombre era muy ignorante, habia nombrado jefe de su Consejo a un bribon italiano, que se llamaba Juan Bautista Seni, al que pagaba el sostenimiento de una carroza de seis caballos y veinte mil libras de pension. Juan Bautista Seni no pudo prever que Walstein seria asesinado por orden de su soberano Fernando II, ni que el tendria que regresar a pie a Italia. Es evidente que solo pueden hacerse conjeturas sobre el porvenir; pero estas conjeturas pueden ser tan probables, que se aproximen mucho a la certidumbre. Si vemos que una ballena se traga a un hombre, podemos apostar mil contra uno que se lo comera; pero no podemos tener la misma seguridad, despues de leer las aventuras de Hercules, de Jonas y de Rolando el loco, de que permanecera mucho tiempo en el vientre de un pez. Nunca se repetira bastante que Alberto el Grande y el cardenal de Ailly hicieron los dos el horoscopo de Jesucristo. Leyeron evidentemente en los astros el numero de diablos que sacaria de los cuerpos de los poseidos y la clase de muerte de que moriria; pero por desgracia, esos dos sabios astrologos lo predijeron siglos despues de haber sucedido. (1) Voltaire escribio este articulo en 1756, teniendo sesenta y dos anos. Aun vivio mucho mas.�[I]N. del T[/I]. Me predonaran pero me parece genial lo que escribio! (clap)(clap)(clap) No hare comentarios al respecto hasta que no se demuestre empiricamente lo contrario... :[:)] Sugiero comenzar el debate filosofico!! :D

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